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Maverick Viñales quiere seguir haciendo historia en Yamaha este próximo fin de semana. Tras ganar su segunda carrera consecutiva en Argentina hace dos semanas, el piloto español igualaba la gesta conseguida por Wayne Rainey en 1990, cuando el norteamericano consiguió la victoria en las dos primeras carreras del mundial de 500 cc con Yamaha en Suzuka y Laguna Seca.
En Austin, el líder del campeonato intentará sumar su tercer triunfo consecutivo, un circuito en el que ya estuvo cerca de subir al podio el año pasado sobre su antigua Suzuki, cuando acabó cuarto. El Circuito de Las Américas es un trazado que gusta al #25: ganó aquí en 2014 en su único año en Moto2, y también subió al podio en 2013, cuando se proclamó campeón del mundo de Moto3.
Viñales dice estar "feliz" por llegar a Austin, "donde ya gané en Moto2". "Siempre he sido rápido aquí", apunta el de Yamaha, "también pude hacer una de mis mejores carreras el año pasado con lo que creo que es una buena pista para mi estilo de pilotaje. Me gustan las subidas y bajadas del trazado, y sus elevaciones. Estoy deseando de ver cómo se mostrará la M1 y cómo me comportaré yo con la Yamaha. Estoy con confianza y sé que puedo hacer otro buen fin de semana".
El piloto de Figueres afronta esta tercera cita de la temporada con 50 puntos en su casillero, 14 más que su compañero de equipo, Valentino Rossi. Su mayor rival en Austin será, previsiblemente, Marc Márquez, que ha ganado las últimas cuatro carreras celebras en este circuito, donde también acapara todas las pole position y el récord absoluto de la pista. El de Cervera llega a su circuito en su peor arranque de temporada desde que debutó en MotoGP, con sólo 13 puntos en la general y una brecha de 37 puntos respecto a Viñales.